La composición consiste en la organización de los elementos de una escena a travez del visor de la cámara. con sujetos inamovibles o fuera de alcance, como un paisaje espectacular, la composición se ve influenciada por la posición de la cámara y la elección del objeto. En cambio, con sujetos cercanos como personas, la composición depende más de las habilidades del fotógrafo. Sin voluntad para experimentar, la mayoría de los aficionados sitúa a sus modelos en el centro del encuadre y no experimenta con diferentes técnicas de composición. (Daly, 2005, p.66)

La habilidad para componer solo se consigue a través de la experiencia de fotografiar diferentes escenarios. Lo mismo que con el montaje de un puzzle, la composición fotográfica se basa en la posición de las formas. En una escena, cada pieza del rompe cabezas, pugna por captar la atención. Las composiciones desordenadas y con muchos elementos carecen de énfasis, así como de un mensaje claro. Los colores saturados y los patrones con detalle pueden restar importancia al sujeto principal, igual que los fondos con mucha textura. Los elementos que distraen la atención son fáciles de eliminar cuando se cambia el punto de vista o la focal del objetivo. Sino puede excluir estos elementos del encuadre, desenfóquelos utilizando un desenfoque abierto como f 2,8. El peso visual es el efecto de un color o tono intenso que conduce la mirada hacia una dirección directa si se emplea con efectividad, puede actuar como contrapeso del sujeto principal. (Daly, 2005, p.66)

Quizás ésta es una de las reglas más básicas, que todo fotógrafo conoce y suele seguir a raja tabla. Para utilizarla debes imaginar la escena como cruzada por dos líneas verticales y dos horizontales, estas líneas dividen la imagen en tercios. Actualmente muchas cámaras digitales tienen la opción de colocar estas líneas en la pantalla LCD. Lo único que tienes que hacer para seguir esta regla es intentar situar los objetos principales en las intersecciones de estas líneas. Simplemente haciendo esto verás como tus fotos se vuelven más agradable para la vista.

Esta regla habla de lo que está ocurriendo en la imagen. Por ejemplo si haces la foto de alguien corriendo, puedes dejar espacio delante de él, así parece que la escena tiene una continuación. Cuando hagas un retrato de alguien puedes colocar espacio delante de sus ojos relajando su mirada y dándole continuidad.

Apóyate en las líneas. Las líneas son importantes para nuestra vista, nos guían y ordenan lo que vemos. Cuando haces fotos, seguro que en las escenas que quieres retratar encuentras líneas, aprovéchalas para organizar los objetos de la fotografía. Úsalas para guiar la mirada del espectador hacia la parte más importante de la fotografía.

Los marcos refuerzan las escenas, aprovecha los marcos naturales para enmarcar tus fotos, puede que sean ramas, puertas, arcos, úsalos. Con estó ayudarás a la persona que ve la imagen a centrarse en lo que realmente crees que es importante, y como he dicho en el punto anterior reforzarás el objeto principal.

Una composición simétrica es impactante y, al mismo tiempo, está perfectamente equilibrada. Las fotografías simétricas son aquellas que tienen elementos casi idénticos a cada lado del eje vertical u horizontal. Las escenas de paisaje y arquitectura funcionan bien con este tipo de enfoque, aunque es necesario introducir elementos adicionales en el encuadre a fin de equilibrar la composición. Este tipo de imágenes no tiene que ser matemáticamente iguales, si lo fueran, adquirirían un aspecto muy artificial. (Daly, 2005, p.67)

Este tipo de imagen resulta visualmente atractiva debido al desequilibrio, así como a la ausencia total de lógica cotidiana. Ésta es quizás la regla más importante. No existe una norma para que una foto salga bien y que todo el mundo piense que es preciosa. Lo importante es fotografiar, y rompiendo las normas o llevándolas al extremo podemos crear composiciones que seguramente no encontraríamos siguiendo las normas. En fotografía lo más importante es experimentar y practicar. (Daly, 2005, p.67)